El lavado de cara es la forma más económica, rápida y funcional de hacer que tu fachada llame la atención de tu público objetivo.
Los diferentes tipos de lavado de cara son:
Pintura de fachada, impresión de lona o cambio de cartel impreso en caja de luz, iluminación, revestimiento de fachada, colocación de vinilos en cristales, reajuste de corpóreo o retoque de pintura.